 El chico de la esquina, sentado en el parque, en un banco, y con una hoja en blanco, apoyada sobre una carpeta, lo suficientemente consistente como para apoyarse sobre ella. Veía en la hoja en blanco los hermosos y delicados trazos que ésta no tenía. Estaba percibiendo hasta el minimo detale de la obra que ni siquiera había comenzado, toda la gama de colores, de verdes, amarillos, azules. lo observaba con admiración. Creía que estaba soñando, al ver aquella escena tan delicada, De repente, saco un pincel, y comenzó a acariciar la hoja con él, y con un poco de acuerella. Yo estaba casi segura, de que aquel ángel artista, no había percibido mi prescencia, pero rato después, supe que estaba equibocada. Me quede abobada, observándolo y hasta que por fin terminó.... Al reaccionar me escondí rápidamente y sin darme cuenta, lo perdí de vista, ya no estaba, bueno, salí de mi escondite y fui a sentarme en aquél banco justamente donde estaba él y un gran signo de exclamación se dibujo en mi cara ! una Gran sorpresa estaba allí, el dibujo, el sublime y delicado dibujo, pero no lo dejo olvidado, no, justo alado había una no que decía: "sabía que estabas allí, y por eso, esto es para ti, que lástima que no te atreviste a venir, me encantaría conocerte y espero poder verte El chico del parque ..." |